Profesionales en transición

Profesionales en transición

Seguro que conoces a alguien que en este momento no trabaja, o como decimos ahora, es un profesional en transición. Pero si no te ha tocado de cerca o lo has experimentado te recomiendo este post.

Cuando uno o una se queda sin trabajo puede llegar a pensar que es el fin del mundo.

En cierto modo, así lo es, es el fin de su mundo conocido. La rutina que te facilita la vida, tus compañeros de reparto, las personas que te conocen y conoces, y están en tu mundo, ya no están, de golpe y porrazo.

Además, sabes que esa rutina laboral, la función que antes protagonizabas continúa y sin ti. The show must go on.

Detrás del “me quedé sin trabajo” hay un backstage digno de mencionar. Lo que se aprecia desde el patio de butacas es ya conocido, pero vamos a por lo que no se ve.

Tras bambalinas, hay una actividad frenética. Múltiples personajes ensayan sus intervenciones. Hoy faltó el apuntador, estamos ante una improvisación. Toda la vida siguiendo un guión y llegas a este momento de tu vida, y toca improvisar.

Ahora eres dramaturgo, escenógrafo, te quedaste sin regidor…. Miras a platea, y todos siguen con sus guiones, y cómodamente sentados en sus butacas. Deseas hacer un mutis por el foro pero sabes que no puedes abandonar la función. The show must go on.

Toca hablar del conflicto. No hay función sin conflicto. Aquí viene lo mejor, cuando te tienes que contestar a ti mismo ¿Qué tienes que contar tu al mundo? ¿Qué es eso que quieres solucionar o mejorar? ¿Cuál es tu historia?

Mientras los reclutadores, headhunters, departamentos de RRHH, (…) y el público, esperan… No quieren oír una historia como tantas otras… Alguien que ha perdido su trabajo, ha finalizado su contrato, o ha visto quebrar su negocio. Todo eso ya, pero, ¿Y la historia? ¿Tu storytelling? ¿Tu elevator pitch?

En medio de toda esta improvisación, en tu búsqueda del gran desenlace se ponen en escena todas las emociones, todas, incluso las que no conocías. Tu relación contigo mismo, y con los demás se pone en cuestión, y tu sin guión.

… Y mientras el público sigue con lo suyo, tu mejor opción es tomar las riendas de tu historia, la dirección de tu función.

Es el momento de conocer a quien se esconde tras el personaje, de lo que realmente quiere y de experimentar nuevas habilidades, entre ellas, la técnica de la improvisación. Que como técnica que es, se puede aprender. Porque ya sabes que quieras o no “The show must go on”.

Este post lo dedico a todas y todos los que en algún momento hemos perdido un trabajo, nos hemos sentido solos, desplazados y hemos cuestionado nuestra valía, sin embargo hemos crecido, nos hemos hecho más independientes, nos hemos cuestionado y desarrollado la autoconfianza necesaria para afrontar cualquier cambio.

Gracias por leerme.

Post publicado originalmente en LinkedIn

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