Empieza a preparar tu próxima entrevista

Empieza a preparar tu próxima entrevista

Prepararse para un proceso de selección, planificar una entrevista de trabajo, y evaluar los resultados del proceso, son momentos clave en una carrera profesional.

 Tanto si trabajas por cuenta ajena como por cuenta propia, las competencias de autoconocimiento, autogestión emocional y habilidad social en las relaciones interpersonales, son necesarias para ser seleccionado.

¿Por dónde empezar para preparar una entrevista de trabajo?

1. Define tu pirámide de profesionalidad

Empezar por conocerte bien, lo que te motiva, y lo que realmente quieres hacer:

  • Cuál es la misión que quieres desempeñar, a qué tipo de proyectos quieres contribuir. Piensa en sectores, en posiciones, en roles, en funciones y no te limites a un puesto de trabajo.
  • Cuáles son tus motivaciones como profesional; Pregúntate qué tiene que tener un proyecto para cubrir tu expectativa o para sentirte realizado y optimizar tu potencial; Pregúntate cómo sería la empresa en la que trabajarías disfrutando con lo que haces.
  • Cómo te quieres dar a conocer: Cuáles son los atributos que te caracterizan y que quieres poner en valor. Piensa en tus cualidades más únicas, en tus aficiones, en tus motivaciones, en tu manera particular de hacer las cosas y de relacionarte y colaborar con otros.
2. Prepara el proceso

Analiza la empresa; Busca información sobre la organización a la que postulas y su cultura, así como a la persona que va a gestionar el proceso de selección. Aprovecha el buscador de LinkedIn para informarte sobre el sector, la empresa, las personas que la integran y sus conversaciones.

Toda la información que recojas te va a dar muchas pistas sobre la posición, la organización y tu posicionamiento en la entrevista. Esto te ayudará a poner en valor aquellas partes de tu currículum, tu experiencia o características personales, que mejor van a encajar en el proceso.

 
3. Prepara tu presentación

Para prepararte, por un lado, adapta tu puesta en escena a los requisitos de la oferta de trabajo, y de la organización. Resumiendo: ¿Por qué te tienen que contratar a ti?

Por otro lado, prepara tu estado, es decir el estado mental que va a contribuir a que tengas todos tus recursos personales a mano durante la entrevista. Esto supone pensar previamente en qué quieres transmitir a la persona que tienes en frente, y cómo vas a generar empatía con ella. Ante el estrés que puede generar un proceso de selección, hay que recordarse a una/o mismo que es un encuentro entre profesionales y una oportunidad de mejorar nuestras competencias y darnos a conocer.

 
4. Durante la entrevista

Recuerda que tu objetivo es múltiple; informarte sobre la empresa y el puesto para confirmar tu interés, causar una buena impresión, y persuadir al entrevistador de tu encaje con la posición y la organización en caso de estar interesado.

Ten en mente, tus atributos para ponerlos en valor. Recuerda que las habilidades blandas así como los profesionales tipo T son muy buscados. Son profesionales con amplios conocimientos en diversas áreas y expertos en al menos un área (representado por la barra vertical de la “T”), que a su vez destacan por sus habilidades blandas; la capacidad comunicativa, estratégica, de adaptación y aprendizaje (representado por la barra horizontal de la “T”).

Puede ser útil preguntar al entrevistador por las habilidades y competencias que buscan en el candidato. Esta información es de ayuda durante la entrevista para ajustar tus respuestas, y tus posibles preguntas. También lo es después del proceso, en caso de no ser seleccionado. Te permitirá valorar si tu propuesta de valor se ajusta a la demanda del mercado, y si debes cubrir algún gap competencial.

 
5. Después de la entrevista

Analiza tu comportamiento; la conversación, postura, actitud, preguntas y respuestas en la entrevista. Esto es importante hacerlo al salir de la entrevista, para recordar más detalles. A partir de tus respuestas, piensa en qué comportamientos o respuestas hubieran sido útiles en la entrevista, y qué es lo que mejor te funcionó:

  • Determina que sería mejor decir o manifestar, o no decir o expresar.
  • ¿Es tu estilo de comunicación el más adecuado? ¿Te has hecho entender? A veces no somos conscientes del impacto de nuestra comunicación, y esto puede restar puntos a nuestra candidatura. La comunicación es una competencia que de modo directo o indirecto, se puede valorar en todos los puestos.
  • ¿Qué aspectos importantes sobre tu perfil o tu marca personal has dejado de comunicar, o podrías comunicar de otra manera?
  • ¿Has tenido claro en todo momento tu objetivo en la entrevista? A veces es fácil desviarnos del objetivo con la presión del momento, pero al responder siempre hay que recordar el objetivo por el que se está allí. Si lo perdemos de vista, podemos responder de forma inadecuada.
6. Solicita al entrevistador feedback sobre tu entrevista

En caso de no haber sido seleccionado será de utilidad en próximos procesos, saber que puedes mejorar en tu puesta en escena en entrevista, o qué conocimientos o competencias deberías adquirir para aplicar a ese puesto, y a una organización de características similares. No dudes en preguntar después y agradecer la oportunidad. Es una ocasión para afianzar el contacto, e insistir en tu interés y dejar una buena impresión.

La combinación ganadora para salir airoso de una entrevista, pasa por conocerte y prepararte. De poco te sirve una gran competencia técnica en tus especialidades, si no llegas a ponerlas en práctica.

“Cuanto mayor es tu desarrollo personal, mayores son tus posibilidades de tener éxito” Francisco Alcaide.

Gracias por leerme.

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